10 de mayo de 2007

Potagia sin magia

Las calcetas de colores
con lunares blancos y azules
se llenaron de agujeros.

A Dorothy le bailaban sus pequeños pies
en los prestados chapines escarlatas.


Y es que las baldosas ya no son amarillas...

3 comentarios:

Alice ya no vive aquí dijo...

A veces para seguir viéndolas amarillas... basta con cerrar los ojos seguir soñando despierto :-)

Paz dijo...

pero espero que sigas sabiendo cómo volvera casa (a alguna casa)

Gabriel Antón dijo...

Se le agujerean hasta arriba las calcetas... le tienen que prestar los chapines... los pies le bailan solos... y hasta las baldosas ya no son del color que parecían ser... Según lo cuentas, Dorothy debía llevar un colocón de la hostia!